A manera de introducción se mencionarán las fuentes de
información utilizadas para la escritura de la presente crónica, en favor de la
claridad y para que el lector interesado en profundizar el tema pueda referirse
a ellas:
Tenemos en primer lugar el Nova Sanguis, libro del vampiro americano Francisco de Sarco, escrito en latín y traducido al español por Ferris Dumont, erudito sobre el vampirismo mundial. El Nova Sanguis narra la llegada de la peste al Nuevo Mundo, su apogeo en México y su caída en desgracia durante el Porfiriato.
Las Crónicas de Paolo de Gillés: Primer cazador de vampiros en América, escritas por él mismo y compiladas por el Vaticano, han sido de gran ayuda para cotejar y cruzar fechas y datos importantes. La correspondencia que forma el grueso de las crónicas es muy abundante, pues el cazador resultó ser tan metódico que la Santa Sede recibía hasta tres reportes diarios de la situación en la Nueva España.
También se han tomado muchos datos y referencias del Daemos etch Noche Infinitum, considerado como el Martillo de las Brujas del vampirismo, escrito en la Edad Media por autores desconocidos y que contiene distintas formas para identificar un vampiro, entramparlo y eliminarlo (de manera permanente). Así mismo, establece cómo debe ser equipado un cazador de vampiros así como las cualidades que deben caracterizarlo.
De tiempos más recientes, se han tomado como referencia el Manual de la Luz, escrito por los herederos de Gillés y que es una especie de método-diario que narra la historia de la Cruzada de los No-Muertos, última gran guerra de vampiros, así como otros acontecimientos importantes desde el Porfiriato hasta la edad moderna. Se han utilizado sólo las referencias a México, y algunos eventos necesarios de otros lugares.
Finalmente, el autor ha considerado necesario aventurarse a rellenar algunos espacios vacíos y huecos informativos a fin de darle más precisión a la reseña, además de presuponer que el lector posee un conocimiento básico de vampirismo.
Tenemos en primer lugar el Nova Sanguis, libro del vampiro americano Francisco de Sarco, escrito en latín y traducido al español por Ferris Dumont, erudito sobre el vampirismo mundial. El Nova Sanguis narra la llegada de la peste al Nuevo Mundo, su apogeo en México y su caída en desgracia durante el Porfiriato.
Las Crónicas de Paolo de Gillés: Primer cazador de vampiros en América, escritas por él mismo y compiladas por el Vaticano, han sido de gran ayuda para cotejar y cruzar fechas y datos importantes. La correspondencia que forma el grueso de las crónicas es muy abundante, pues el cazador resultó ser tan metódico que la Santa Sede recibía hasta tres reportes diarios de la situación en la Nueva España.
También se han tomado muchos datos y referencias del Daemos etch Noche Infinitum, considerado como el Martillo de las Brujas del vampirismo, escrito en la Edad Media por autores desconocidos y que contiene distintas formas para identificar un vampiro, entramparlo y eliminarlo (de manera permanente). Así mismo, establece cómo debe ser equipado un cazador de vampiros así como las cualidades que deben caracterizarlo.
De tiempos más recientes, se han tomado como referencia el Manual de la Luz, escrito por los herederos de Gillés y que es una especie de método-diario que narra la historia de la Cruzada de los No-Muertos, última gran guerra de vampiros, así como otros acontecimientos importantes desde el Porfiriato hasta la edad moderna. Se han utilizado sólo las referencias a México, y algunos eventos necesarios de otros lugares.
Finalmente, el autor ha considerado necesario aventurarse a rellenar algunos espacios vacíos y huecos informativos a fin de darle más precisión a la reseña, además de presuponer que el lector posee un conocimiento básico de vampirismo.
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Comienza la historia con Martín Ramos de Lares, mítico
vampiro español nacido en 1468. Poco se sabe de sus orígenes, pero saltó a la
luz pública en la Batalla de Ceriñola, donde participó bajo el mando directo de
Fernández de Córdoba. Para 1503, año en que sucede dicha batalla, Ramos de Lares
había logrado amasar una consistente fortuna y contaba con un pequeño grupo de
vampiros que vivían con él en una hacienda cercana a Cataluña. No sé sabe el
número exacto de vampiros, algunos refieren cerca de veinte, otros hasta cuarenta,
tampoco se sabe si algunos de ellos lo acompañaron a la mítica batalla; lo
cierto es que al finalizar el combate, Ramos de Lares tomó por su cuenta cerca
de quinientos cautivos, mismos que fueron llevados a marchas forzadas hasta su hacienda
donde sirvieron de alimento durante el tiempo que le tomó a Fernández de
Córdoba darse cuenta del robo y recorrer la distancia de Ceriñola a la
propiedad. La casa ya estaba vacía, no estaban ni los vampiros ni los
prisioneros. Un registro minucioso del lugar arrojó datos suficientes para
presuponer la existencia de no-muertos, por lo que la Santa Sede fue notificada y
al momento un grupo de ocho cazadores de vampiros partió hacia la hacienda al
mando de Paolo de Gillés.
Durante las siguientes semanas, el grupo de Gillés logró seguir
el rastro de los vampiros quienes se habían desperdigado por las zonas
cercanas, y aun cuando dieron caza a la mayoría de ellos, Ramos de Lares y
otros 4 vampiros lograron escapar del cerco. El rastro se borró, y Gillés y su
grupo perdieron la pista.
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