viernes, 26 de septiembre de 2014

Internet y la música

La forma de acercarse a la música ha cambiado. Internet se ha convertido en la plataforma gratuita por excelencia a través de la cual todos los artistas del mundo buscan ser reconocidos y escuchados. La cantidad de música a la que se puede acceder a través de internet es apabullante, y termina siendo una paradoja: son tantas las opciones que es como si no las hubiera. Me explico un poco: no importando el género que sea, ¿cómo se encuentra la música que vale la pena en un mundo saturado de música?

Antes, los medios como las revistas, la radio y la televisión llevaban la batuta a la hora de promocionar músicos, pero también se podía conocer música a través de las recomendaciones de amigos y conocidos con gustos afines. Hoy, los medios tradicionales persisten y se han sumado otra gran variedad como los fanzines, los sitos wobs, los blogs, los blogs, los canales de youtube, myspace, facebook y un sinfín de formas más. De repente vuelve a haber tantas opciones que difícil decidirse. La especialización de los sitios raya, en ocasiones, lo excesivo y encontrar un medio equilibrado se vuelve tarea titánica.

El problema está relacionado también con la forma en que la música se vende y se distribuye. Antes, en la época en que los discos eran todo un concepto, los grupos se veían formados a ofrecer una unidad que valiera la pena, o al menos llegaba a existir una especie de código de honor que impulsaba a los artistas a componer obras de arte redondas y completas  con mayor frecuencia que hoy. El motivo es el auge de los sencillos y los nuevos sistemas de adquisición, legales o ilegales, que se basan, sobretodo, en una única canción. De esta forma, los artistas sólo necesitan una única canción, mala o buena, para empezar a venderse.

Los grupos nuevos ya no tienen frente a sí la tarea de crear 12 o 13 canciones con la calidad suficiente para competir con otros, ahora una sola canción es suficiente y, además, no importa siquiera si es buena o mala, internet es tan basto que da cabida a todo tipo de escuchas, y a todo tipo de negocios. La mala música siempre ha sido un negociazo para quienes la crean y quienes la producen, y la apertura de la música a través de internet puede no ser tan mala para los interesados después de todo.


Internet resolvió muchos problemas para quienes buscan su lugar en la música, pero también propició y empeoró otros. Al final, el problema de la piratería fue un golpe para las disqueras y para los grupos porque no estaban preparados para la velocidad a la que internet evolucionó. Si miramos en retrospectiva, el cd tuvo un tiempo de vida risible y su transición a la música en formato digital fue precipitada y violenta. Sin embargo, con el paso del tiempo y mirando con calma el panorama, las posibilidades de seguir explotando el negocio a través de, sobretodo, mala música siguen siendo muy grandes porque, en el fondo, el panorama no cambió nunca. Una vez más, la única forma de trascender es a través del trabajo, la dedicación, el profesionalismo, la disciplina, la creatividad y el talento. Mucho talento.

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